Nos encontramos ya en el terreno de las emociones, de las sensaciones culturales e históricas que acompañan nuestro recorrido en torno al mundo del vino.

Cinco edificios singulares conforman hoy en día el Señorío y la Bodega de Otazu. Allá donde se mira hay un punto donde anclar la vista. La iglesia de San Esteban, del siglo XII, fue la primera piedra de este anfiteatro natural de gran belleza.

La Torre de Otazu, del siglo XIV, un punto más en la cadena de torres defensivas medievales que un día abundaban por toda la sierra de Etxauri y las inmediaciones de Pamplona. El Palacio Renacentista del siglo XVI y el bosque de roble devuelven el esplendor a una zona históricamente recuperada.

Los dos edificios restantes son la antigua y la nueva bodega. Una a la sombra de la otra. La bodega antigua, al más puro estilo francés, se construyó en 1840 y hoy, además de albergar la sede social de Bodega Otazu, constituye un auténtico museo del vino, un recorrido histórico por una manera franca de entender el cuidado del viñedo y la elaboración del vino.

Las extraordinarias muestras de arte contemporáneo que se encuentran en Bodega Otazu, vienen a ser de nuevo un reflejo histórico de sus orígenes.

Nuestras piezas de arte contemporáneo en el paisaje

Doce obras explican la narrativa de la colección que Bodega Otazu expone entre viñedos, edificios y paisajes. No quieren arraigar un jardín de esculturas o ser gigantes varados en un océano verde. Son paradas de un viaje a través del arte contemporáneo. El visitante puede entenderla como estaciones. Lugares de espacio, tiempo y materia. Una línea que es un relato.

 

Del agua y el cristal del artista chileno Alfredo Jaar en El color de nuestras vidas a la pieza, entre física y sonora, del argentino Leandro Erlich (Valkirias de Otazu) atravesando la colosal presencia, al igual que una antigua reina, del bronce La dama de Otazu, que firma el valenciano Manolo Valdés. El paisaje se sucede como un viajero que mirara a través de la ventanilla de un tren.

 

Pasan las estaciones. Xavier Mascaró, Jim Dine, Arturo Berned, Rafael Barrios, Baltasar Lobo, Asier Mendizabal, Hans-Peter Feldmann. En todas puede apearse y sumar un capítulo a este libro del arte que propone Otazu solo con la mirada. Entre viñas, edificios y paisajes. Hasta pulverizarse los ojos.

Manolo Valdés, La Dama de Otazu, 2003

Valencia, España, 1942

Las mujeres que merecen la pena son aquellas que no están dispuestas a esperar por nadie. Con sus 3,60 metros de bronce, la enorme escultura, de la serie Damas, de Manolo Valdés (Valencia, España, 1942), provoca la sensación de no aguardar. Estar inmóvil supone una circunstancia temporal. La obra evoca a una antigua diosa o una reina de un tiempo perdido. Con un tocado-corona que resalta su estatus. Señorío.

Baltasar Lobo, Au Soleil, 1970

Zamora, España, 1910

Au Soleil (Al Sol) representa la estela que deja al virar la innovación introducida por los escultores de las vanguardias históricas. Baltasar Lobo (España, 1910, Francia, 1993), quien se formó con imagineros, recupera la técnica ancestral de la talla directa. Extraer a la piedra (generalmente mármol) la forma a golpe de cincel. Al Sol reivindica la belleza clásica que zarpa de las esculturas íberas y la visión rupturista de su amigo Picasso.

Xavier Mascaró, Guardián I y Guardián II, 2008

París, Francia, 1965

Ahí están, hieráticos, al igual que un ciprés. Protegiendo las vides. Dos colosos de hierro de tres metros de altura y casi una tonelada de peso. Su posición recuerda a la de un Buda orante. Entonces, ¿protegen o meditan? Quizá las dos cosas. Hablan entre ellos de la tranquilidad de la viña y de la incertidumbre del tiempo. Xavier Mascaró (París, Francia, 1965) ofrece su particular coupage. Recuerda que el vino es reflexión y guarda.

Bodega-Otazu_Guardianes_X.Mascaro

Leandro Erlich, Valkirias de Otazu, 2013

Buenos Aires, Argentina, 1973

Y de repente, la sorpresa. Unos 80 tubos de aluminio afinados que reproducen la estrofa más famosa de la obra de Wagner: La cabalgata de las valkirias del tercer acto de Die Walküre. Pero Leandro Erlich (Buenos Aires, Argentina, 1973) la ha concebido entre una caja de música y una instalación activa. Gracias a una baqueta, al correr, se golpean los tubos y reproducen la música del genio alemán. Y de repente, el sonido. 

Asier Mendizabal, Crudo zarzo, 2017

Guipúzcoa, España, 1973

La mejor manera de acercarse a la obra del escultor vasco es imaginar la entrada de una palabra en un diccionario con múltiples acepciones. En su trabajo hay referencias a lo meramente escultórico, pero también lo social, lo político o la historia del arte. Crudo zarzo es un elaborado encofrado de varas de avellano y cemento. Su forma esférica está fracturada y traza un camino que lleva a la desocupación del vacío, del escultor Jorge Oteiza (1908-2003). Una referencia para Mendizabal. Pero es una escultura polisémica. Su forma exterior y esa piel como de ladrillo blanquecino dialoga con el ábside romano de la iglesia de San Esteban. La calma del concreto es perturbada por un agujero. A través de él se puede contemplar un horizonte de viñas, que, a su vez, crean un tejido de líneas verticales y horizontales. Como si las vides pintarán un mondrián.

Asier Mendizabal. Crudo Zarzo, 2018.

Hans-Peter Feldmann, Tiempo, 2019

Düsseldorf, Alemania, 1941

La naturaleza es tiempo. El vino es tiempo elaborado en barrica. La obra del artista alemán sorprende por su aparente sencillez. Ese es su talento. Reivindicar lo sencillo pero activar esa idea de inquietud. ¿Tiene que haber algo más? Y siempre lo hay. Tiempo es la única obra monumental que se conserva en España de un creador que es una referencia histórica del arte conceptual. Un reloj incrustado en la tierra y ligeramente inclinado. ¿Está brotando o hundiéndose? Cada cara da una hora distinta. El paso de la existencia. Segundos, minutos, horas, días; vida. El ciclo de la naturaleza —frente al del hombre— es casi infinito. Una escultura monumental que nos recuerda la fragilidad y el tamaño real del ser humano. Y que, en el fondo, estamos fabricados de tiempo.

Rafael Barrios, Obtusa, 2013

Luisiana, Estados Unidos, 1947

Es un trampantojo y también una de las obras más reconocibles de Bodega Otazu. Una escultura tridimensional a la que le falta una dimensión. Es un juego óptico que el espectador solo percibe cuando se acerca a la pieza. “Magia”. La fuerza del arte para crear ilusiones. Ver más allá, retar a los sentidos y al espacio. Rafael Barrios (Luisiana, Estados Unidos, 1947) es un ilusionista rosa sobre un mar verde.

Xavier Mascaró Músico I, 2007. Jim Dine Tools + fire, 2013.

Xavier Mascaró, Músico I, 2007

París, Francia, 1965

¿Qué hace un flautista de hierro en un viñedo? Proponer, como Hamelín, su canto de sirenas. Atraer la presencia. Las esculturas de Xavier Mascaró (París, 1965) transmiten una imagen de calma. Tiempo detenido. Trabajan al igual que fotografías. Pero también, quizá, porque al fondo está la sierra del Serbil, baja un aire de sorpresa. Algo va a ocurrir, pero el espectador no sabe qué. Tendrá que averiguarlo. Escuchar la música.

 

Jim Dine, Tools + fire, 2013

Ohio, Estados Unidos, 1935

Dos corazones de bronce separados. En la base, una serie de herramientas. El mensaje de Jim Dime (Ohio, Estados Unidos, 1935) bien se pudiera interpretar de una forma directa: el amor exige esfuerzo, trabajo. Nada se da por hecho. De la misma manera que en el arte. El creador estadounidense deudor de la estética Pop, lleva a nuestra tiempo la universalidad de un mensaje. Como también lo fue la repetición para Andy Warhol.

X. Mascaró. El flautista - X. Mascaró. Corazón

Alfredo Jaar, El color de nuestras vidas, 2015

Santiago de Chile, Chile, 1956

La potencia mágica de cuatro cubos de agua que guardan la proporción del volumen de algunos de los vinos que elabora Bodega Otazu. Blanco, tinto, rosado, espumoso. El agua siempre está en movimiento. Oscila contra los guardianes de vidrio. En el silencio se escucha ese mar recién creado batiendo sobre la roca. Agua. Un elemento esencial en la viña. Pero también el Sol. El compendio donde arraiga la vid. Agua, sol y tierra. El espacio que ocupan los cubos. Al fondo, se reflejan en la iglesia románica de San Esteban. Una ventana a la historia de Otazu.

Arturo Berned, Cabeza X, 2012

Madrid, España, 1966

En el trabajo de Arturo Berned (Madrid, España, 1966) se percibe su formación de arquitecto. Líneas, ángulos, planos que se entrelazan y forman una malla. Son palabras aplicadas a tejidos, porque el suyo resulta de metal. Cabeza X recoge todas esas visiones. Pero también es una puerta. El hueco en el árbol de Alicia en el País de las Maravillas, la primera obra que halla el visitante en su entrada a Bodega Otazu.

A.Berned. Escultura

Apariciones de Bodega Otazu en libros y publicaciones

  • 2001
    Bodega-Otazu-Monuments-of-Spanish-Wine

    Escogido como uno de los Monuments of Spanish Wine.

  • 2002

    Reconocido como uno de los 43 Chateaux de Lujo del Mundo en Luxury Winery Estate.

  • 2004
    Bodega-Otazu-Caves-Architectures-Du-Vin-1990-2005_Edition-Actes-Sud_Motta_Marco-Casamonti-Vincenzo-Pavan

    Distinguido en el libro Caves: Architectures du Vin 1990-2005.

  • 2005
    Bodega-Otazu-Wine-by-Design-second-edition_SeanStanwick-Loraine-Fowlow

    Seleccionado como una de las Bodegas que mejor complementan el diseño y el vino en Wine by Design.

  • 2006
    Bodega-Otazu-Wineries-Bodegas--Architecture-and-design_H-Kuczkowski

    Elegido uno de los 32 proyectos vitivinícolas más singulares a nivel mundial que conjugan arquitectura, naturaleza, arte y vino. Libro: Wineries-Bodegas.

  • 2006

    Elegido por el BBVA en su libro Tierras y Templos de los Grandes Vinos.

  • 2009
    Bodega-Otazu-Navarra-Castillos,toress-y-Palacios_edition-Gobierno-de-Navara_Juan-Jose-Martinena-Ruiz

    Destacado en Navarra. Castillos, torres y palacios.

  • 2010
    Bodega-Otazu-Juan-Mari-Humada_El-Chaf-Del-Vino_Manolo-Gonzalez

    1 Ha. Una Historia Chardonnay recomendado por el chef Juan Mari Humada para maridar su plato de lenguados rellenos de morillas y cigalitas en su jugo.

  • 2010

    Destacado en el libro Arquitectura del vino. Bodegas Españolas.

  • 2011
    Bodega-Otazu-El-Libro-Del-Reyno-DE-Navarra

    Bodega Otazu recomendada en El libro del Reyno de Navarra entre las principales actividades y lugares para descubrir en Navarra.

  • 2012
    Bodega-Otazu-Rutas-del-vino_Bodegas-de-España-para-visitar-y-recomendar_Manel-Colmenero-Larriba

    Bodega Otazu recomendada en Rutas del Vino. Bodegas de España para visitar y recomendar.

  • 2013
    Bodega-Otazu-113-Vinos-Para-el-2013_Edition-Grijalbo_David-Seijas

    Los vinos de Bodega Otazu destacados en 113 vinos para el 2013.

  • 2015

    Pago de Otazu Chardonnay con Crianza recomendado en Maridajes Vinos españoles con cocinas exóticas para acompañar Dim sum.

  • 2017
    Bodega-Otazu-Golf-and-Wine_edition-Galobart

    Distinguido en el libro Golf & wine, recopilando las mejores bodegas y campos de golf más exclusivos de España.

  • 2018
    Bodega-Otazu-Experiencias-de-exito-en-enoturismo_Instituo-del-enoturismo-de-España_España-Andorra

    Bodega Otazu recomendada en Experiencias de éxito en enoturismo, España y Andorra entre las 24 experiencias memorables uniendo emociones y vino.

  • 2018
    Bodega-Otazu-A-LA-LUZ-DEL-VINO_edition-Erein_Carlos-Ollo-Razquin

    Bodega Otazu se vuelve el escenario principal de la novela negra A la luz del vino de Carlos Ollo Razquin, en la que protagonistas investigan un accidente mortal.