D.O.P. Pago de Otazu

Artistas de Otazu es una línea de vinos inspirada en la pasión por la creación de experiencias. Tanto los artistas plásticos como los enólogos son aquí los encargados de transformar ideas en realidades que todos podamos disfrutar. Cada año, la Bodega trabaja con un artista distinto para lograr una experiencia líquida que sea capaz de sintetizar los valores de la Bodega y el trabajo que los artistas desarrollan dentro de nuestros espacios. Se trata de vinos singulares, fruto de sólo tres barricas de Merlot y Cabernet Sauvignon. Sus 900 botellas, numeradas de forma individual, son intervenidas cada año por un reconocido artista internacional que diseña personalmente su etiqueta.

AO1 Leandro ErlichAO2 Tony Orrico AO3 Héctor Zamora AO4 Alfredo Jaar

AO1

LEANDRO ERLICH

La primera edición de nuestro proyecto fue concebida en honor a la obra Valkirias de Otazu, que el artista argentino Leandro Erlich creó exclusivamente para la bodega y que se inauguró el 19 de febrero de 2017 en el Señorío de Otazu.

En esta etiqueta, Erlich hace alusión a la música como elemento esencial y cohesionador del que la bodega se vale para acompañar la crianza de sus vinos.

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AO2

TONY ORRICO

La segunda edición estuvo a cargo del artista estadounidense Tony Orrico, con motivo de su performance en la sala de barricas de Bodega Otazu titulada Penwald: 2: 8 circles: 8 gestures del 17 de febrero de 2018.

Al igual que en todo su trabajo, la serie textiles busca llevar el cuerpo y la mente al límite.

Pensando en esta etiqueta, escogió palabras e impresiones que le transmitió Otazu y las escribió de manera ambidiestra, como si se reflejara en un espejo, hasta completar la superficie del papel.

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AO3

HÉCTOR ZAMORA

AO 3 fue realizada por el artista mexicano Héctor Zamora a raíz de su performance Movimientos emisores de existencias, que se llevó a cabo el 23 de febrero de 2019 en la Sala de Barricas de Bodega Otazu. En esta pieza han intervenido ocho trabajadoras de la bodega que, juntas, han pisado vasijas de arcilla de la tierra de Otazu sin cocer. Sobre ellas han dejado sus huellas impresas.

En el diseño de la etiqueta, Zamora utiliza el territorio de Otazu para reflejar la interacción del hombre con su tierra. Se trata de una etiqueta que habla del pasado, del presente, pero, sobre todo, del futuro, en la cual, para cada una de las 900 botellas, él y los alfareros han estampado sus manos manchadas de barro de las vasijas.

AO4

ALFREDO JAAR

AO 4 ha sido concebido por el ganador del I Premio Bienal de Arte Monumental de la Fundación Otazu, el chileno Alfredo Jaar.

Su obra ganadora, El color de nuestras vidas (2015), consiste en cuatro cubos de agua, cristal, sonido y luz mágicamente sorprendidos en pleno diálogo entre un palomar del siglo XIV y una iglesia románica del XII. Para esta etiqueta, el artista ha creado una imagen minimalista, pero de gran profundidad: una gota de vino que parece suspendida momentáneamente en el aire, como un sol que irradia luz.

Esta gota luz simboliza aquí el clima, la temperatura, el movimiento, el tiempo y el aire, todos los factores esenciales que determinan la calidad del vino. Esta gota luz es un microcosmos del mundo.

‘VALKIRIAS DE OTAZU-PRELUDIO DEL SEÑORÍO’ DE LEANDRO ERLICH

La primera edición de nuestro proyecto fue concebida en honor a la obra Valkirias de Otazu, que el artista argentino Leandro Erlich creó exclusivamente para la bodega y que se inauguró el 19 de febrero de 2017 en el Señorío de Otazu.

En esta etiqueta, Erlich hace alusión a la música como elemento esencial y cohesionador del que la bodega se vale para acompañar la crianza de sus vinos.

‘PENWALD 2: 8 CIRCLES: 8 GESTURES’ DE TONY ORRICO

La segunda edición estuvo a cargo del artista estadounidense Tony Orrico, con motivo de su performance en la sala de barricas de Bodega Otazu titulada Penwald: 2: 8 circles: 8 gestures del 17 de febrero de 2018.

Al igual que en todo su trabajo, la serie textiles busca llevar el cuerpo y la mente al límite.

Pensando en esta etiqueta, escogió palabras e impresiones que le transmitió Otazu y las escribió de manera ambidiestra, como si se reflejara en un espejo, hasta completar la superficie del papel.

‘MOVIMIENTOS EMISORES DE EXISTENCIAS’ DE HÉCTOR ZAMORA

AO 3 fue realizada por el artista mexicano Héctor Zamora a raíz de su performance Movimientos emisores de existencias, que se llevó a cabo el 23 de febrero de 2019 en la Sala de Barricas de Bodega Otazu. En esta pieza han intervenido ocho trabajadoras de la bodega que, juntas, han pisado vasijas de arcilla de la tierra de Otazu sin cocer. Sobre ellas han dejado sus huellas impresas.

En el diseño de la etiqueta, Zamora utiliza el territorio de Otazu para reflejar la interacción del hombre con su tierra. Se trata de una etiqueta que habla del pasado, del presente, pero, sobre todo, del futuro, en la cual, para cada una de las 900 botellas, él y los alfareros han estampado sus manos manchadas de barro de las vasijas.

‘EL COLOR DE NUESTRAS VIDAS’ DE ALFREDO JAAR

AO 4 ha sido concebido por el ganador del I Premio Bienal de Arte Monumental de la Fundación Otazu, el chileno Alfredo Jaar.

Su obra ganadora, El color de nuestras vidas (2015), consiste en cuatro cubos de agua, cristal, sonido y luz mágicamente sorprendidos en pleno diálogo entre un palomar del siglo XIV y una iglesia románica del XII. Para esta etiqueta, el artista ha creado una imagen minimalista, pero de gran profundidad: una gota de vino que parece suspendida momentáneamente en el aire, como un sol que irradia luz.

Esta gota luz simboliza aquí el clima, la temperatura, el movimiento, el tiempo y el aire, todos los factores esenciales que determinan la calidad del vino. Esta gota luz es un microcosmos del mundo.