El 19 de marzo se ha convertido en un día muy especial en el que rememorar, junto a esas figuras paternas, todos los consejos e historias que comparten hijos y padres. Regalar una botella de vino siempre es un acierto, y descorchar la nueva etiqueta de Pago de Otazu 2019 es la opción perfecta para disfrutar en familia del Día del Padre. Con esta propuesta, Bodega Otazu demuestra su excelente trabajo ofreciendo a los amantes del vino lo mejor de la Bodega y de sus viñas, con una calidad avalada por el reconocimiento de Denominación de Origen Protegida Pago, máxima categoría que puede obtener un viñedo y que convierte a Bodega Otazu en una de las, solo, 19 bodegas españolas que posee este sello.
Pago de Otazu se caracteriza por su color rojo cereza, de capa muy alta y brillante. La nueva añada de este vino tinto, recién salida al mercado, marida a la perfección con las propuestas gastronómicas favoritas para fechas de celebración, como quesos, carne de caza menor como faisán y perdiz, verduras a la parrilla, pastas con salsa boloñesa, de queso o setas, guisos de legumbres y postres elaborados con chocolates con un alto grado de cacao. Presenta una nariz compleja y elegante, dominada por frutos rojos y negros, como grosellas y zarzamoras, que abre paso a notas tostadas y especiada. En boca, tiene una entrada suave con un recorrido aterciopelado y complejo, la combinación perfecta de frescura, equilibrio y persistencia que conquistará a nuestros padres en su día.
Este vino tinto de D.O.P. Pago de Otazu está elaborado con uvas Merlot y Cabernet Sauvignon. El proceso de elaboración comenzó con la vendimia en octubre de 2019, en las parcelas seleccionadas y certificadas con la Denominación de Origen Protegida Pago, mediante una recogida manual en cajas de 12 kilos para mantener el fruto en su estado óptimo hasta su prensado. Una vez vendimiadas, se procedió a la criomaceración de las uvas a 5ºC durante siete días, previa a la fermentación alcohólica en pequeños depósitos de hormigón de 40 hectolitros y a su posterior fermentación maloláctica en barricas de roble francés. Cabe resaltar la sala de barricas de Bodega Otazu, conocida como “Catedral de Vino”, un espacio subterráneo donde reposó Pago de Otazu 2019 con una crianza en barrica de 18 meses.
NUEVA AÑADA, NUEVA ETIQUETA
En Bodega Otazu está muy presente la premisa de la creación artística. Es un reflejo histórico de sus orígenes. Entre las múltiples obras que alberga la Fundación Otazu, los Guardianes de Xavier Mascaró parecen vigilar la Sierra de El Perdón que rodea a sus parajes, convirtiéndose en uno de sus símbolos más reconocidos. Tanto es así que las botellas de Pago de Otazu están representadas con la obra de Mascaró en esta añada de 2019 con un nuevo diseño dibujado a mano, que reivindica el aspecto artesanal y el cuidado con el que se elabora el vino en la bodega navarra.
Con estos detalles técnicos, atendiendo a la excelencia en su elaboración, cuidada y original presencia y, por supuesto, su excelente sabor, Pago de Otazu 2019 es el compañero perfecto tanto para hacer un regalo vinícola como para disfrutarlo en compañía en ese brindis o comida familiar.