David Magán, quien fue primer Genios de Otazu, inaugura mañana 30 de octubre su primer escaparate-instalación artística en Madrid. Ésta, que va en línea con la labor de la Fundación Otazu y de Guillermo Penso, director general de Bodega Otazu, de vincular arte y vino, es un escaparate diseñado por Magán e inspirado en Binarias, sus obras de pared en las que lleva trabajando desde 2012. La intervención tendrá lugar en el escaparate de Mantequería Daniel Manzano (Calle Velázquez, 45) durante un mes.

 

En Binarias, la inspiración del escaparate de Magán, existen dos elementos contrapuestos. Por un lado, las piezas de color translúcido; y por otro, los focos. Así se producen esta especie de cuadros lumínicos: proyecciones de luz filtrada que se cruzan entre sí para dar una serie de fusiones cromáticas por adición.

 

Genios de Otazu, un proyecto artístico que lleva impulsando la Fundación Otazu desde el 2016, busca sintetizar la labor creativa del artista plástico y la del enólogo. Así, todos los años se elige un creador para que reinterprete, con su propio lenguaje, y bajo la supervisión de José Luis Ruiz, director técnico de Bodega Otazu, la estética de una barrica de vino de madera. El artista también participa en el proceso de elaboración del vino, desde la vendimia hasta su ensamblaje final. La primera edición de genios de Otazu contó con Magán, que definió su propuesta como “un gran reto”. “Me planteaba cómo llevar el color del material de las barricas deconstruidas (tanto el externo de la madera como el impregnado del color del vino) al espacio y, a la vez, producir una obra que esté dentro de mi lenguaje”.

 

El resultado de Genio #1: David Magán, 2016-2017 fue una escultura virtual que flotaba en el centro de una pantalla de 3×3 metros. Una obra de luz que cambia con la posición del espectador y que trabaja entre los límites del dibujo y la escultura, de lo físico y lo etéreo. Además de reinterpretar la estética de una barrica con su propio lenguaje y de ponerse en el papel creador de un enólogo, otro gran desafío para el artista fue dar un empaque total al proyecto concibiendo una etiqueta y un estuche que estuvieran a la altura del concepto inicial.

 

David Magán ha desarrollado una técnica muy personal explorando las posibilidades del vidrio y sus relaciones con el color, la luz y el espacio, muy distintas a las de los materiales opacos. En sus piezas invita al espectador a contemplar formas pictóricas o a adentrarse en el movimiento que sus obras tridimensionales pueden generar. En 2016, fue Premio NH Collection en ARCO gracias a su Cubo XIII.

 

La Fundación Otazu tiene como objetivos crear vínculos entre arte y vino y fomentar espacios de encuentro entre diferentes disciplinas. Entre sus proyectos más destacados se encuentra, además de Genios de Otazu, la Bienal de Otazu.