Fundación Otazu

Ermita-San-Esteban

La Fundación Otazu nace en 2016 y tiene como objeto la gestión y dirección de actividades del centro de arte situado en Otazu, Navarra. La Fundación no solo se encarga de conservar y exhibir la Colección de arte contemporáneo de la Fundación Otazu en el marco de un paraje singular y cargado de historia como es el término municipal de Otazu, sino que también propone un rico programa de actividades artísticas.

La Fundación es un testimonio del sentido de interés por la cultura de los fundadores de Bodega Otazu, así como de su carácter internacional y amplio de miras. La Fundación supone la consolidación de la relación profunda que Otazu ha establecido con todos los agentes de la creación cultural a través de su Colección: a lo largo de los años Otazu ha desarrollado vínculos con artistas, comisarios y críticos de arte, arquitectos y otros promotores de la creación cultural.

La Fundación es un testimonio del sentido
de interés por la cultura de los fundadores
de Bodega Otazu

Desde 2016, ya con la estructura de una Fundación, Otazu sienta las bases de una misión artística al servicio de la sociedad y del entorno. La Fundación tiene como objetivo impulsar esta inercia dinámica hacia la sociedad, creando valor a partir de la reflexión sobre la ecuación de sostenibilidad con el entorno y sobre la creación artística como uno de los motores de innovación social.

 

La clave de la actividad de la Fundación estará en la creación de mecanismos de comprensión del arte y en la apuesta decidida por atraer el talento de artistas internacionales y por el apoyo a los jóvenes creadores, comisarios y educadores de arte. La educación, en estas diferentes variantes, será de hecho el elemento de generación de valor en la sociedad de la Fundación: arte en un entorno natural, creando un ciclo de retorno positivo para la sociedad.

La Fundación ha recibido en 2020 el Premio A al Coleccionismo, otorgado por la feria ARCO, por su labor en la conservación y difusión del arte contemporáneo.

Fines de la Fundación

La Fundación sirve a un interés general, y su misión es promover un espacio experimental de arte relacionado con la naturaleza, el entorno y los retos de la sociedad actual, en el cual el artista esté presente, y el proceso creativo sea la clave para estimular a la gente a la acción dentro de una conceptualización de lo artístico desde una óptica reflexiva y promoviendo una comprensión activa y múltiple del arte.

 

La Fundación busca crear conocimiento y ayudar a pensar en los mecanismos sociales, económicos y creativos que marcan la era en la que vivimos y dónde la reflexión sobre la naturaleza, la comunicación y la generación de ideas forman parte del debate de los artistas contemporáneos.

art weekend, Fundación Otazu
La Fundación parte de la excelencia curatorial en la aproximación a la toma de decisiones para la creación del proyecto de arte y de educación y buscará como fines fundamentales los siguientes:
Escultura-Arturo-Berned-Cabeza-X-Art-weekend

La Fundación Otazu, a través de las actividades que lleva a cabo y de los discursos presentes en su colección de arte, pretende activar un diálogo entre la naturaleza, el arte y los retos de la sociedad contemporánea. Desde la Fundación, se considera que el arte es un espacio de reconocimiento que permite reflexionar sobre el lugar del hombre en el mundo.

 

Mediante la relación con el arte, la Fundación se propone impulsar el pensamiento crítico. Otazu es un entorno donde la relación entre arte, naturaleza y sociedad puede comprenderse de un modo vívido: incluyendo la elaboración del vino, que es uno de los elementos históricos que desde hace siglos marcan este lugar y finalmente configuran el propio paisaje.

 

Otazu pretende con su Fundación ampliar su compromiso en la generación de valor en la tierra en la que se sustenta, contribuyendo no solo al cuidado del entorno y a la concienciación sobre el respeto a la naturaleza, sino también influyendo en la mejora social a través de la creación artística y poniendo en diálogo a esta región con todo el espectro de creatividad internacional.

 

La Fundación atiende con una labor curatorial profesional a la Colección Otazu promoviendo una educación sobre la misma que fomente en la sociedad valores de concordia y entendimiento, desarrollando una importante actividad formativa, con dinámicas educativas pioneras y creando un espacio para comprender el arte desde una perspectiva liberal y transversal.

Actividades

Las actividades de la Fundación buscan crear impactos tangibles en la sociedad siguiendo las líneas estratégicas marcadas en los fines fundacionales. Otazu con su Fundación aspira a contribuir a la apreciación del arte en sus distintas manifestaciones contemporáneas, relacionándose y adentrándose en las cuestiones que los artistas presentan en sus obras y en el contexto de un entorno de naturaleza como es Otazu.

 

La Fundación atiende al arte como un elemento claro de generación de valor en la sociedad a través de la educación artística y promueve la visión internacional y la lectura multicultural del arte y de la cultura, destacando las conexiones originales de la Fundación entre Navarra y Latinoamérica, siendo esta relación entre España-Latinoamérica el argumento central de la Colección de arte de la Fundación Otazu. La Fundación quiere ser un catalizador de mecenazgo e involucrar a artistas en la generación de un diálogo con la naturaleza y con la empresa.

 

Un lugar nuevo para la comunicación y el reconocimiento del arte como impulsor de progreso social. Todas estas actividades configuran un espacio en Otazu con dinámicas enfocadas a la educación transversal sobre arte y sus conexiones con la naturaleza, creándose vínculos complementarios que posibilitan la creación de cultura con programas educativos, programas de intensificación de capacidades artísticas en escolares, y talleres de arte y creatividad.

Las actividades fundamentales de la Fundación son las siguientes:

Creación
y custodia de una colección
de arte

Educación
artística

Generación de
programas de
becas de
producción
artística

Otazu
ArtWeekend

Bienal de Arte Monumental

La Fundación tiene una actividad central consistente en la organización de un premio de primer nivel internacional sobre escultura a través de la Bienal de Arte Monumental, que se inició en 2016. Se trata de un certamen internacional en el que se les pide a diferentes artistas que presenten un proyecto de obra monumental para instalar en una localización concreta de la bodega. Hasta ahora, los ganadores de las distintas convocatorias han sido Alfredo Jaar, Asier Mendizabal y Hans-Peter Feldmann. El jurado está presidido por Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía de Madrid.

Becas de producción artística

La Fundación además da apoyo a la creación a través de becas de producción artística y curatorial. El programa de becas lo inauguró en 2016 el artista Mario Santamaría cuya práctica creativa estudia el fenómeno del observador contemporáneo, prestando atención tanto a las prácticas representacionales o simbólicas como a los aparatos técnicos de visión y mediación y utilizando tácticas de apropiación, remake o montaje, sus proyectos intervienen en diferentes territorios como el conflicto, la memoria, la virtualidad o la vigilancia.

Coleccciones

La Fundación Otazu tiene un rico programa de actividades artísticas y curatoriales, que parten de la creación y conservación de su Colección permanente.

Esa Colección forma el núcleo desde el que se crea una serie de actividades artísticas y curatoriales que van desde la investigación de la Colección y su puesta en valor a la creación de vínculos con sus creadores mediante estancias en la Fundación. La Colección se basa en un prisma de programa didáctico, enfocado a públicos diversos. Junto a la creación de exposiciones, la Colección está abierta al préstamo de sus fondos a otros museos y centros de arte para su exhibición en muestras nacionales e internacionales, buscando siempre la generación de visibilidad en la obra y en el artista.

Colaboraciones

Manolo Valdés

Manolo Valdés (España, Valencia, 1942) es hijo de María Gracia Blasco Marqués, natural de la localidad castellonense de Altura, su infancia y adolescencia estuvo muy vinculada a dicha población.

En 1957 se matriculó en la valenciana Escuela de Bellas Artes de San Carlos en la que estuvo dos años, abandonando los estudios para dedicarse a pintar.

En 1964 fundó el grupo artístico Equipo Crónica junto con Juan Antonio Toledo y Rafael Solbes en el cual se mantuvo hasta la muerte de Solbes en 1981, aun cuando a los dos años de la fundación del grupo, Toledo lo había abandonado.

A la muerte de Rafael Solbes sigue trabajando en solitario en Valencia durante unos años, hasta que en 1989 viaja a Nueva York donde abre su estudio y sigue experimentando con las nuevas formas de expresión. Pertenece a la Galería Marlborough y a la Galería Freite. Crea también estudio en Madrid para la realización de grandes esculturas, alternando la creación en ambas ciudades.

Obra: Ariadna, 2007

Xavier Mascaró

Xavier Mascaró (Francia, París, 1965), es un escultor español licienciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona en 1988, en la especialidad de pintura. En 1989 comienza a realizar sus primeros trabajos en bronce; seis años después el hierro se convierte en el protagonista de los materiales que utiliza. Entre 1996 y 1998 vive en Nueva York, para regresar después a Madrid donde trabaja en la realización de obras monumentales. En el año 2004 se traslada de nuevo a Nueva York. Hacia esa época comienza a experimentar con obras en distintos materiales, que incluyen el cristal emplomado, la resina y la piedra. Actualmente trabaja en sus talleres de México DF y Madrid.

Mascaró posee una trayectoria escultórica fecunda en obras que han sido expuestas en ciudades como París, Caracas, Viena, Montecarlo, Cartagena de Indias, Madrid, Nueva York y Londres entre otras.

Su conjunto de obra monumental ha sido mostrado recientemente en Londres, Madrid, Sevilla y Málaga tras ser presentado por primera vez en el Jardin du Palais Royal en París en 2008.

Obras: Guardián I y Guardán II, 2008

Jordi Bernadó

Jordi Bernadó (España, Lleida, 1966) es un fotógrafo catalán. Vive y trabaja en Barcelona, su obra se caracteriza por la investigación sobre arquitectura y urbanismo, tratando de poner de manifiesto los nuevos sistemas de habitar el mundo en una sociedad fuertemente globalizada, y utilizando a veces una fina ironía. Jordi Bernadó realizaba sus estudios de arquitectura, cuando comenzó a interesarse por la fotografía como soporte con el que observar y definir la ciudad desde otra perspectiva.

Desde sus inicios, uno de los temas de interés de su fotografía ha sido la ciudad y la arquitectura. No se trata de documentar sino de narrar las grandes transformaciones del espacio urbano. Éstas se iniciaron en el siglo XX y han sido determinadas principalmente por fenómenos de sobrepoblación o abandono de ciertas áreas.

Ha obtenido diversos premios, como Beca Fotopres en 1993, Beca Endesa en 2007, Premio Laus en 1999 por Good News, Premio Photoespaña al mejor libro de fotografía en 2002, Premio del Ministerio de Cultura al mejor libro de arte del año 2003 por Very Very Bad News.

Obra: retratos para cada etiqueta de la gama 1 Ha. Una Historia de Bodega Otazu

David Magán

David Magán (Madrid, 1979) se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Su obra se desarrolla dentro del ámbito de la escultura y la instalación, y explora sus posibilidades en relación con el espacio en el que se ubica. Sus piezas se presentan como módulos geométricos, concebidos en vidrio o metacrilato, que inundan de color el espacio en el que se encuentran cuando la luz penetra su superficie. Lejos de ser simples objetos estéticos, las obras creadas por David Magán son elementos dinámicos que se transforman dependiendo del lugar en el que el espectador se encuentre y de las propias posibilidades constructivas de la pieza.

Obra: The secret behind the barrels, 2016

Pablo Armesto

Pablo Armesto (Schaffhausen, Suiza, 1970) reside y trabaja en Asturias (España). Es pintor, diseñador gráfico y creador de instalaciones y arte público, a través de intervenciones site-specific. “Mis obras son un poco sinestésicas, ya que aparte de la vista o el tacto, tienen ritmo como la música y la energía de la luz. Obra de singular poética que siempre aporta luminosidad y belleza que habitan en la dualidad del blanco y el negro, la luz y la sombra”. Su investigación artística se desarrolla en un territorio experimental en el que la escultura y la pintura conviven con la inmaterialidad de la luz y la sombra. En este proceso, la tecnología y la ciencia son elementos absolutamente cruciales. La luminiscencia de sus piezas se consigue mediante sistemas de leds, neones, cátodos y fibra óptica, combinados con madera y metales lacados y con las que el público puede interactuar de manera directa.

Ha participado en ferias internacionales al igual que ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas. Su obra está presente en colecciones públicas en distintos países como Japón, Suiza, Londres, España y Francia.

Obra: El espíritu del vino, 2019

Leandro Erlich

Leandro Erlich (Argentina, Buenos Aires, 1973) es un artista conceptual argentino con exhibiciones internacionales. En 1992 obtuvo la Beca del Fondo Nacional de las Artes y en 1994 la de la Fundación Antorchas para concurrir al taller de barracas dirigido por Pablo Suárez y Luis Benedit. En 1997 fue seleccionado para la primera Bienal de Arte del Mercosur, Porte Alegre, Brasil. Entre 1997 y 1998 participó del Core Program de la Glasell School of Art (Museum of Fine Arts of Houston) gracias a la Pan American Cultural Exchange Foundation.

En 2001 representó a su país en la Bienal de Venecia y fue incluido en su sección principal, así como también en 2005.

La obra del artista también se incluyó en la Bienal de Estambul 2001. En 2008 Erlich creó un a instalación de piscina, que estaba en exhibición en el MoMa Ps1 en la sección de Long Island City en Queens, Nueva York.

En el verano de 2013, Erlich exhibió su obra Dalston House, una ilusión óptica en el sitio Dalston Molino en Dalston, al este de Londres, con un enorme espejo suspendido a 45º (desde la horizontal) en un modelo de tamaño natural de la fachada de una casa de estilo victoriano colocado horizontalmente en el suelo, dando la apariencia a los visitantes que suben o cuelgan de la parte del edificio. El 20 de septiembre de 2015, el Obelisco de Buenos Aires pareció amanecer sin su punta gracias a una intervención del artista Leandro Erlich realizada mediante un espejados.

Obra: Valkirias de Otazu-Preludio del Señorío, 2017

Tony Orrico

La obra de Tony Orrico (EE.UU., Illinois, 1979) ha alcanzado el reconocimiento internacional por su ingenio para moverse entre el lenguaje de la performance y el arte conceptual. Utiliza su propia investigación somática, Simetría y Suspensión, como punto de entrada a su práctica artística. Está interesado en el modo de estructurarse la conciencia y en los modos en que el cuerpo puede interactuar con una superficie, objeto o proceso.

Orrico ha realizado performances y ha exhibido su obra en EEUU, Australia, Bélgica, China, Dinamarca, Francia, Alemania, México, Países Bajos, Polonia y España. Su obra puede encontrarse en colecciones como la de la Academia Nacional de Ciencias – Washington DC y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo – MUAC, Ciudad de México, así como en importantes colecciones privadas.

“Dedico mi atención, racionalmente, a la sensibilidad de mi cuerpo en un nivel receptivo – como un conjunto de puntos y líneas en el espacio. Adquiero, de este modo, un sentido de mi corporalidad como algo geométrico y mecánico. Al actuar sin un sentido de un eje dominante o una fuerza direccional, encuentro la posibilidad de moverme de un modo novedoso. El flujo de movimiento no tiene un objetivo, es una continuación de un sendero y la respuesta a los estímulos que se aparecen en él.”

Obra: Penwald: 2: 8 circles: 8 gestures, 2018

Héctor Zamora

Héctor Zamora (México, Ciudad de México, 1974) se licenció en diseño gráfico en la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, Ciudad de México en 1998.

En los últimos años, la obra de Héctor Zamora se ha centrado en acciones que involucran la participación de las personas. El trabajo de Héctor Zamora trasciende al espacio expositivo convencional, reinventándolo, redefiniéndolo, generando fricción entre los roles comunes de lo público y privado, exterior e interior, orgánico y geométrico, salvaje y metódico, real e imaginario. A partir de su pericia técnica y conocimiento de la arquitectura de estructuras ligeras, y un énfasis meticuloso en el proceso de conceptualización y construcción de cada pieza, Zamora involucra la participación del espectador y le exige cuestionar los usos cotidianos de materiales y las funciones del espacio.

Obra: Movimientos emisores de existencias, 2019

Alfredo Jaar

Alfredo Jaar (Santiago de Chile, 1956) es un artista, arquitecto y cineasta chileno radicado en Nueva York desde 1982. Su obra se ha exhibido extensivamente alrededor del mundo. Ha participado en las Bienales de Venecia (1986, 2007, 2009, 2013), Sao Paulo (1987, 1989, 2010) y Documenta (Kassel, 1987 y 2002).

Muestras individuales importantes incluyen el New Museum of Contemporary Art, Nueva York, Whitechapel, Londres, Museo de Arte Contemporáneo, Roma, Moderna Museet, Estocolmo, Museum of Contemporary Art, Chicago, Centro d’Art Santa Mónica, Barcelona y YSP, Yorkshire, Reino Unido.

Ha realizado alrededor de 5 proyectos en espacios públicos. Se han publicado más de 60 monografías de su obra.

Su obra se encuentra en las colecciones del Museum of Modern Art, Guggenheim Museum; Whitney Museum, Nueva York; Museum of Contemporary Art; Los Angeles,  Los Angeles Museum of Art; Art Institute of Chicago; Museum of Contemporary Art, Chicago; el Philadelphia Museum of Art,; el Houston Museum of Fine Arts; la TATE en Londres; el Centro Pompidou en París; el Reina Sofía en Madrid; el MACBA en Barcelona; el Moderna Museet en Estocolmo; M+ en Hong Kong; e innumerables instituciones y colecciones privadas alrededor del mundo.

Obra: El color de nuestras vidas, 2015