Durante todo el año, nuestros enólogos clasifican el vino microvinificado de diferentes calidades. De entre ellas, los participantes en el programa Otazu Private Cellar, escogen su vino base.
Una vez elegida la calidad, nuestro enólogo selecciona las muestras de las barricas de Cabernet Sauvignon, Merlot y Tempranillo. Dependiendo del número de participantes (normalmente se trata de una familia, un grupo de amigos o una persona) los dividimos en varios grupos o en uno solo y, a cada uno, se le asignan tres muestras de vinos: Cabernet Sauvignon (100%), Merlot (100%) y Tempranillo (100%).
A continuación, nuestro enólogo explica las características de cada variedad en función de su origen (perfil del suelo, porta-injerto, clon), todo ello sin olvidar las cualidades que aporta a la mezcla. Gracias a esta orientación, pero especialmente guiados por su propio gusto y paladar, cada equipo logra vinos únicos que son el resultado de mezclar las diversas proporciones de las distintas variedades.
Como resultado, obtienen vinos elaborados a la medida de cada gusto y, a modo de experiencia y aprendizaje, los participantes entienden cómo cambia el vino al emplear uvas y proporciones diferentes. Cuando los equipos están satisfechos con su mezcla, nuestro enólogo prepara un decantador para cada uno de los vinos elaborados y se los sirve a los participantes, que realizan una cata a ciegas y les asignan una puntuación.
El vino que resulta ganador se reproduce en una barrica nueva de roble francés y se envejece durante tres meses más antes de ser embotellado.